Así no se dice

A la Sra Chayo le encanta terminar las frases que otra persona comienza.

Sobrina: Usted debiera tener de esas tacitas que tienen…

Sra Chayo: ¡PICO!

Sobrina: No… ¿Cómo se llaman?

Sra Chayo: ¡PICO!

Sobrina: No... 

Sra Chayo: ¡PICO! 

Sobrina: Usted puro que piensa en eso...

Sra Chayo: ¡¿En qué?! ¿En tomar té?

Sobrina: No, yo le digo a esas tazas como de cerámica que hacen que el té no se enfríe.

Sra Chayo: ¡Si ya sé de lo que me estai’ hablando! Si no soy nada de tonta, porque yo compré de esas cuando estaba Amador mal. Lo que pasa es que a veces uno presta esas cuestiones y se pierden en el espacio… Yo digo "pico", pero no se llama así. Así no se dice. En la casa del enfermo las encontrai’ y son tazas con picos, para que los enfermos tomen bien. Ahora si voy y le digo al viejo del negocio que quiero una taza con pico me van a echar cagando para afuera juajuajua. Pero yo sé que venden en Irarrázabal.